Simplemente con un puntero
láser y una jeringa con agua podemos construirnos un pequeño microscopio, con
el que podremos observar
a gran escala todo lo que se mueve por nuestra boca. Para ello previamente habremos pasado un alfiler por
las paredes de nuestra boca y pinchado la gota de agua
con él .
¿Qué ocurre? La gota de
agua que cuelga de la jeringa nos ha servido de lente convergente o lupa. El rayo de luz, al pasar por ella, converge en un punto y se amplía
ofreciendo una imagen a mayor
escala en la pared.
Los alumnos de 1º y PAB lo
hemos podido comprobar. En esta imagen se ven las pequeñas bacterias que hemos
introducido en la gota con la ayuda del alfiler. Pedimos perdón por la calidad
de las fotos hechas con una tablet, pero nos sirven para hacernos una idea del mundo microscópico.
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