Os recuerdo que 451 Grados Fahrenheit es la temperatura a la que arde el papel y animo a mis alumnos de 2º de la ESO que estudian ahora mismo las escalas termométricas a que hagan sus conversiones y ver que equivalen a 233 grados centígrados.
El
mundo que imaginó Bradbury es el mismo que hoy habitamos.
Absortos paralizados, adormecidos por las tecnologías y sin capacidad de reaccionar. Es una crítica implacable de la no existencia de valores y del consumismo.
Animaros a entrar en un mundo sin libros , sin ideas. Reflexionad. Un libro fácil y altamente recomendable. Un canto de amor a la literatura.
Gracias Alessandro |
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