Desde la antigüedad se conocen sustancias químicas cuyas propiedades tienen mucho interés y son de gran aplicación práctica.
Los alumnos de 4º ESO, partiendo de dos disoluciones de ácido clorhídrico e hidróxido de sodio 0,1M como ejemplo, han podido clasificar diferentes productos de limpieza de uso cotidiano en sustancias ácidas o básicas utilizando la fenolftaleina y el papel universal como indicadores.
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